15. Pero Lía respondió: "¿No te basta con haberme quitado a mi marido, que ahora quieres arrebatarme también las mandrágoras de mi hijo?". "Está bien, respondió Raquel, que esta noche duerma contigo, a cambio de las mandrágoras de tu hijo".





“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina