II Corintios, 8

5. Y superando nuestras esperanzas, ellos se entregaron, en primer lugar al Señor, y luego a nosotros, por la voluntad de Dios.

Versets liés à II Corintios, 8:

2 Corintios 8 acuerdos con la colección de dinero que Paul estaba organizando para ayudar a los cristianos pobres en Jerusalén. Él alienta a los corintios a contribuir a la generosidad y cita el ejemplo de los macedonios, quienes, aunque eran pobres, dieron voluntariamente y más allá de lo que podían. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en este capítulo:

1 Corintios 16:2 - "El primer día de la semana, cada uno de ustedes dejó de lado lo que pueden reunir, de acuerdo con su prosperidad, para que las colecciones no se realicen cuando llegue". Este versículo muestra que la colección de dinero para ayudar a los hermanos necesitados era una práctica común entre los cristianos en la época de Pablo.

Lucas 21:1-4 - "Y, mirando, vio a los ricos lanzar sus ofertas al arca del tesoro; y también vio a una viuda pobre para lanzar dos pequeñas monedas allí; y dijo, Terde, te digo que ha arrojado más de lo que todos son pobres viudas ". Este versículo ilustra el concepto de dar con generosidad y sacrificio, incluso si el valor es pequeño.

Proverbios 11:24-25- "A lo que se extiende liberalmente, todavía se agrega a él; y a lo que es más que justo, estará en pura pérdida. El alma amable será engordada; regada". Este versículo destaca la bendición que llega generosamente.

2 Corintios 9:6-7 - "Pero digo esto: que lo que siembra poco, poco también cosechará; y lo que siembra en abundancia, en Abrifer. Cada uno contribuye de acuerdo con su corazón, no con tristeza o por necesidad; porque Dios ama lo que da con alegría ". Este versículo refuerza la idea que debemos dar con alegría y sin coerción.

1 Juan 3:17 - "Pero el que tiene el mundo, y viene a su hermano necesitado y cerrando su corazón, ¿cómo está el amor de Dios en él?" Este versículo destaca la importancia de ayudar a los hermanos necesitados y demuestra que esta es una prueba del amor de Dios en nosotros.