6. Muchas veces yo era el único que iba en peregrinación a Jerusalén, conforme a la prescripción que obliga para siempre a todo Israel. Me apresuraba a llevar a Jerusalén las primicias de los frutos y de los animales, el diezmo del ganado y las primicias de la esquila de las ovejas.





“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina