2. El rey Nabucodonosor mandó a los sátrapas, prefectos, gobernadores, consejeros, tesoreros, juristas y jueces y a todas las autoridades provinciales, que se reuniran y asistieran a la dedicación de la estatua erigida por el rey Nabucodonosor.





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina