19. Si, al atacar una ciudad, tienes que sitiarla mucho tiempo para tomarla, no destruirás su arbolado metiendo en él el hacha; te alimentarás de él sin talarlo. ¿Son acaso hombres los árboles del campo para que los trates como a sitiados?





“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina