Eclesiástico, 28
19. Feliz el que de ella se resguarda, el que no pasa a través de su furor, el que su yugo no ha cargado, ni ha sido atado con sus coyundas.
19. Feliz el que de ella se resguarda, el que no pasa a través de su furor, el que su yugo no ha cargado, ni ha sido atado con sus coyundas.
“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina