8. Al oír Asá estas palabras y esta profecía cobró ánimo e hizo desaparecer los monstruos abominables de todo el país de Judá y Benjamín y de las ciudades que había conquistado en la montaña de Efraím, y restauró el altar de Yahveh, que estaba ante el vestíbulo de Yahveh.





“Quanto mais se caminha na vida espiritual, mais se sente a paz que se apossa de nós.” São Padre Pio de Pietrelcina