Proverbios, 5

2. para que guardes tú la reflexión y tus labios conserven la ciencia. No hagas caso de la mujer perversa,

Versets liés à Proverbios, 5:

Proverbios 5 habla sobre la importancia de la fidelidad matrimonial y el peligro de la inmoralidad sexual. El capítulo advierte que ceder a la tentación de la inmoralidad puede tener graves consecuencias, incluida la ruina personal y la destrucción de las relaciones.

1 Corintios 6:18: "Me escapé de la inmoralidad sexual. Todos los demás pecados que alguien comete, fuera del cuerpo, los comete; pero aquellos que pecan pecan sexualmente contra su propio cuerpo". Este versículo destaca la gravedad del pecado sexual y la necesidad de evitar la tentación de la inmoralidad.

Hebreos 13:4: "Digno de honor entre todos ser el matrimonio, así como la cama sin mácula; porque Dios juzgará a los inmunes y adúlteros". Este versículo enfatiza la importancia de la fidelidad matrimonial y la responsabilidad de mantener el matrimonio puro.

2 Samuel 11:2-4: "Y sucedió que una tarde David se levantó de su cama y caminó en la terraza de la casa real; y vio a una mujer que se estaba lavando; y era esta hermosa mujer a Vista Y David envió, y le preguntó por la mujer. Y le dijeron: ¿No es este bitsé, hija de Eliã, esposa de Uriah, el Hetteu? " Este versículo cuenta la historia de David, quien cedió a la tentación de la inmoralidad sexual y tuvo serias consecuencias en su vida y en su reinado.

1 Tesalonicenses 4:3-5: "Porque esto es la voluntad de Dios, su santificación; que se abstengan de la prostitución; que cada uno de ustedes sepa cómo tener su jarrón en santificación y honor, no en la pasión de la lujuria, como Los gentiles que no conocen a Dios ". Este versículo insta a los cristianos a vivir una vida santa y a abstenerse de la inmoralidad sexual.

Mateo 5:28: "Pero te digo, lo que sea que mires a una mujer con intención impura en su corazón ya ha manipulado con ella". Este versículo destaca la importancia de controlar la mente y los pensamientos, y que la fidelidad matrimonial no se limita a las acciones físicas, sino también a los pensamientos y deseos.