23. haré desaparecer de las ciudades de Judá y de Jerusalén el canto de alegría y de alborozo, el canto del esposo y de la esposa, y todo el país quedará hecho un desierto, sin habitantes".





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina