Deuteronomio, 9
29. Pero son tu pueblo, tu heredad, que rescataste con tu mano fuerte y tu brazo poderoso.
29. Pero son tu pueblo, tu heredad, que rescataste con tu mano fuerte y tu brazo poderoso.
“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina