Efesios, 3

15. del que toma su nombre toda familia en el cielo y en la tierra,

Versets liés à Efesios, 3:

Efesios 3 se ocupa de la revelación del misterio de Dios en relación con la salvación de los gentiles, que anteriormente se consideraban excluidos. El apóstol Pablo enfatiza la importancia de la gracia de Dios en esta revelación y la necesidad de predicarla a todos. Además, destaca la importancia de la oración y el amor a Cristo, que va más allá de toda comprensión. Los siguientes son cinco versos relacionados con estos temas:

Hechos 22:21: "Pero él me dijo, ve, porque te enviaré a los gentiles desde lejos". Este versículo muestra la intención de Dios de incluir a los gentiles en la salvación, que es el misterio revelado en Efesios 3.

Romanos 16:25-27: "Ahora, al que es poderoso para confirmarte de acuerdo con mi evangelio y la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio que se ha ocultado a los tiempos eternos, pero que se ha manifestado Ahora y se ha vuelto manifiesto para las Escrituras de los Profetas, según el mandamiento del Dios eterno, a todas las naciones para la obediencia de la fe ". Este versículo habla sobre la revelación del misterio que alguna vez estuvo oculto y ahora es manifiesto, como en Efesios 3.

Colosenses 4:2-3: "Perseverar en oración, observarlo con el Día de Acción de Gracias; reza por nosotros también, para que Dios nos abra a la Palabra, para hablar del misterio de Cristo, por lo que también soy arrestado". Este versículo destaca la importancia de la oración, así como en Efesios 3, y también la necesidad de predicar el misterio de Cristo.

Juan 13:34: "Un nuevo mandamiento te da, deja que te amen; como te he amado, que también te aman". Este versículo destaca el amor de Cristo, que va más allá de toda comprensión, como en Efesios 3.

1 Juan 4:11-12: "Amado, si Dios nos amaba, debemos amarnos unos a otros. Nadie ha visto a Dios; si nos amamos, Dios está en nosotros, y en nosotros es perfecto el tuyo amor. " Este versículo habla sobre la importancia del amor, que es un tema presente en Efesios 3, y también destaca la presencia de Dios en nosotros cuando nos amamos.