2. Ellos y sus hijos se han casado con las hijas de esas gentes mezclando la raza santa con las gentes del país, y los jefes y los magistrados han sido los primeros en incurrir en tal prevaricación".





“A mulher forte é a que tem temor de Deus, a que mesmo à custa de sacrifício faz a vontade de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina