27. Les dijo: "Cíñase cada uno la propia espada al muslo. Recorred el campamento de una punta a otra y matad cada uno a su hermano, a su amigo, a su pariente".





“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina