22. dejaré, sin embargo, supervivientes que pondrán a salvo hijos e hijas. Y vendrán donde vosotros, para que conozcáis su conducta y sus obras y os consoléis de los males que yo he mandado contra Jerusalén, de todo lo que he desencadenado contra ella.





“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina