Ezequiel, 22
27. Los jefes de la ciudad son como lobos ávidos de presa; derraman sangre y matan a las personas para amasar más y más dinero.
27. Los jefes de la ciudad son como lobos ávidos de presa; derraman sangre y matan a las personas para amasar más y más dinero.
“Mesmo a menor transgressão às leis de Deus será levada em conta.” São Padre Pio de Pietrelcina