Ezequiel, 23
9. Por eso la entregué en manos de sus amantes, en poder de los asirios, de los que se había enamorado locamente.
9. Por eso la entregué en manos de sus amantes, en poder de los asirios, de los que se había enamorado locamente.
Uma filha espiritual perguntou a Padre Pio: “O Senhor cura tantas pessoas, por que não cura esta sua filha espiritual?” Padre Pio respondeu-lhe em voz baixa: “E não nos oferecemos a Deus?” São Padre Pio de Pietrelcina