3. Me llevó allá; había allí un personaje de aspecto semejante al bronce, que tenía en la mano una cuerda de lino y una vara de medir, y estaba de pie junto a la puerta.





“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina