17. Mas el príncipe se ocupará de los holocaustos y de las ofrendas de pan y vino en las solemnidades, novilunios y sábados, en todas las fiestas en que se congrega la casa de Israel. Él tendrá que proveer lo necesario para el sacrificio por el pecado, la ofrenda, el holocausto y los sacrificios de reconciliación para hacer el rito de absolución sobre la casa de Israel.





“A cada vitória sobre o pecado corresponde um grau de glória eterna”. São Padre Pio de Pietrelcina