19. Ozías, todavía con el incensario en su mano para quemar el incienso, montó en cólera contra los sacerdotes y, al instante, brotó la lepra en su frente en presencia de los sacerdotes en el templo del Señor, junto al altar de los perfumes.





“O homem sem Deus é um ser mutilado”. São Padre Pio de Pietrelcina