11. Por tanto, hijos míos, no seáis negligentes, pues vosotros sois los elegidos del Señor para estar en su presencia, servirle, ser sus ministros y quemar incienso.





“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina