6. Él preguntó a la mujer, y ella se lo contó todo. Y el monarca mandó a un eunuco con esta orden: "Que le devuelvan todas sus propiedades y el producto de sus campos desde el día que abandonó el país hasta ahora".





“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina