Isaías, 57
1. Perece el justo, y nadie se preocupa por ello. Los hombres piadosos son arrebatados, y nadie advierte que a causa del mal es arrebatado el justo
1. Perece el justo, y nadie se preocupa por ello. Los hombres piadosos son arrebatados, y nadie advierte que a causa del mal es arrebatado el justo
“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina