Josué, 24
28. Después Josué despidió al pueblo, y cada uno se volvió a su heredad.
28. Después Josué despidió al pueblo, y cada uno se volvió a su heredad.
“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina