8. Cuando transcurrieron los catorce días de boda que Ragüel había prometido celebrar en honor de su hija, Tobías dijo a Ragüel: "Déjame ya marchar. Sé que mis padres están pensando que no me verán más. Te ruego que me permitas marchar a casa de mi padre. Ya te he dicho cómo lo dejé".





“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina