26. El espesor de la concha era de un palmo y su borde era semejante al borde del cáliz de una azucena abierta. Contenía dos mil medidas.





“É sempre necessário ir para a frente, nunca para trás, na vida espiritual. O barco que pára em vez de ir adiante é empurrado para trás pelo vento.” São Padre Pio de Pietrelcina