2. Sacó entonces Asá plata y oro de los tesoros de la Casa de Yavé y de la casa del rey, y los envió a Ben-Hadad, rey de Aram, que vivía en Damasco, al que dijo:





“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina