10. Y así como había bajado fuego del cielo por la oración de Moisés, para consumir las ofrendas y la víctima sacrificada, lo mismo, por la oración de Salomón, bajó fuego del cielo y consumió la víctima.





“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina