21. Antíoco había enviado a Egipto a Apolonio, hijo de Menesteo, para representarlo en la entronización del rey Filometor. Cuando Antíoco supo que aquél se había convertido en su adversario político, se preocupó de su seguridad; por eso, pasando por Jafa, se presentó en Jerusalén.





“Devo fazer somente a vontade de Deus e, se lhe agrado, o restante não conta.” São Padre Pio de Pietrelcina