4. Un día, el hombre rico re cibió una visita y, no queriendo matar a ninguno de sus animales para atender al recién llegado, robó la oveja del po bre y se la preparó.»





“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina