Cantar, 3
8. todos muy buenos para la espada, hombres adiestrados para el combate. Cada uno lleva su espada a la cintura para que nadie los sorprenda de noche.
8. todos muy buenos para la espada, hombres adiestrados para el combate. Cada uno lleva su espada a la cintura para que nadie los sorprenda de noche.
“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina