30. Faraón se levantó de noche, y con él toda su gente y todos los egipcios. Se oyó un clamor grande por todo Egipto, pues no había casa donde no hubiera algún muerto.





“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina