19. Pero ahora, cuando volvieron a su Dios, regresaron de los diversos lugares en que se encontraban, se posesionaron de Jerusalén, donde está su santuario, y habitaron la región montañosa que había quedado desierta.





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina