16. Entretanto Moisés quiso cerciorarse acerca del macho cabrío del sacrificio por el pecado; pero vio que había sido quemado. Se enojó con Eleazar e Itamar, los hijos que le habían quedado a Aarón,





“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina