25. Ofreció una fuente de plata de ciento treinta siclos de peso, un platillo de plata de setenta siclos, en siclos del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para la oblación,





“De todos os que vierem pedir meu auxílio, nunca perderei nenhum!” São Padre Pio de Pietrelcina