Sirácides (Eclesiástico), 16
4. Basta con un hombre prudente para que prospere una ciudad; pero los malos por más que se multipliquen, serán aniquilados.
4. Basta con un hombre prudente para que prospere una ciudad; pero los malos por más que se multipliquen, serán aniquilados.
“Agradeça sempre ao Pai eterno por sua infinita misericórdia”. São Padre Pio de Pietrelcina