Sirácides (Eclesiástico), 24
15. Exhalé mi perfume como el cinamomo, como las plantas olorosas; expandí mi buen olor como las savias aromáticas, como el bálsamo y la mirra exquisita, como el humo del incienso en el santuario.
15. Exhalé mi perfume como el cinamomo, como las plantas olorosas; expandí mi buen olor como las savias aromáticas, como el bálsamo y la mirra exquisita, como el humo del incienso en el santuario.
“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina