pronađen 1671 Rezultati za: Descanso de la tierra

  • Al hombre le dijo: «Por haber escuchado a tu mujer y haber comido del árbol del que Yo te había prohibido comer, maldita sea la tierra por tu causa. Con fatiga sacarás de ella el alimento por todos los días de tu vida. (Génesis 3, 17)

  • Con el sudor de tu frente comerás tu pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste sacado. Sepas que eres polvo y al polvo volverás.» (Génesis 3, 19)

  • Y así fue como Dios lo expulsó del jardín del Edén para que trabajara la tierra de la que había sido formado. (Génesis 3, 23)

  • Después dio a luz a Abel, el hermano de Caïn. Abel fue pastor de ovejas, mientras que Caín labraba la tierra. (Génesis 4, 2)

  • Pasado algún tiempo, Caín presentó a Yavé una ofrenda de los frutos de la tierra. (Génesis 4, 3)

  • Entonces Yavé le dijo: «¿Qué has hecho? Clama la sangre de tu hermano y su grito me llega desde la tierra. (Génesis 4, 10)

  • Cuando cultives la tierra, no te dará frutos; andarás errante y fugitivo sobre la tierra.» (Génesis 4, 12)

  • Tú me arrojas hoy de esta tierra, y me dejas privado de tu presencia. Si he de ser un errante y de andar vagando sobre la tierra, cualquiera que me encuentre me matará.» (Génesis 4, 14)

  • y le puso por nombre Noé, pues pensó: «Este nos servirá de consuelo en medio de nuestro trabajo y del cansancio de nuestras manos, debido a la tierra que maldijo Yavé.» (Génesis 5, 29)

  • Cuando los hombres empezaron a multiplicarse sobre la tierra y les nacieron hijas, (Génesis 6, 1)

  • En ese entonces había gigantes sobre la tierra, y también los hubo después, cuando los hijos de Dios se unieron a las hijas de los hombres y tuvieron hijos de ellas. Estos fueron los héroes de la antigüedad, hombres famosos.El diluvio (Génesis 6, 4)

  • Yavé vio que la maldad del hombre en la tierra era grande y que todos sus pensamientos tendían siempre al mal. (Génesis 6, 5)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina