pronađen 473 Rezultati za: Mesa de los Panes de la Presencia

  • Se acercaba la fiesta de los Panes sin Levadura, llamada también fiesta de la Pascua. (Evangelio según San Lucas 22, 1)

  • Llegó el día de la fiesta de los Panes sin Levadura, en que se debía sacrificar el cordero de Pascua. (Evangelio según San Lucas 22, 7)

  • Llegada la hora, Jesús se sentó a la mesa con los apóstoles (Evangelio según San Lucas 22, 14)

  • Sepan que la mano del que me traiciona está aquí conmigo sobre la mesa. (Evangelio según San Lucas 22, 21)

  • Porque ¿quién es más importante: el que está a la mesa o el que está sirviendo? El que está sentado, por supuesto. Y sin embargo yo estoy entre ustedes como el que sirve. (Evangelio según San Lucas 22, 27)

  • Ustedes comerán y beberán a mi mesa en mi Reino, y se sentarán en tronos para gobernar a las doce tribus de Israel. (Evangelio según San Lucas 22, 30)

  • Al ver a Jesús, Herodes se alegró mucho. Hacía tiempo que deseaba verlo por las cosas que oía de él, y esperaba que Jesús hiciera algún milagro en su presencia. (Evangelio según San Lucas 23, 8)

  • y les dijo: «Ustedes han traído ante mí a este hombre acusándolo de sublevar al pueblo. Pero después de interrogarlo en presencia de ustedes, no he podido comprobar ninguno de los cargos que le hacen. (Evangelio según San Lucas 23, 14)

  • Y esto sucedió. Mientras estaba en la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio, (Evangelio según San Lucas 24, 30)

  • «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados. Pero, ¿qué es esto para tanta gente?» (Evangelio según San Juan 6, 9)

  • Entonces Jesús tomó los panes, dio las gracias y los repartió entre los que estaban sentados. Lo mismo hizo con los pescados, y todos recibieron cuanto quisieron. (Evangelio según San Juan 6, 11)

  • Los recogieron y llenaron doce canastos con los pedazos que no se habían comido: eran las sobras de los cinco panes de cebada. (Evangelio según San Juan 6, 13)


“As almas não são oferecidas como dom; compram-se. Vós ignorais quanto custaram a Jesus. É sempre com a mesma moeda que é preciso pagá-las”. São Padre Pio de Pietrelcina