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  • Entonces Efrón, que estaba sentado entre los hititas presentes, le respondió de manera que todos lo oyeran: (Génesis 23, 10)

  • de manera que se fue enriqueciendo día a día hasta que el hombre llegó a ser muy rico. (Génesis 26, 13)

  • Pero los pastores de Guerar riñeron con los pastores de Isaac diciendo que el agua era de ellos. Por eso Isaac llamó a ese pozo Esec, ya que se habían peleado por él. (Génesis 26, 20)

  • Preparó también el guiso y se lo llevó a su padre, diciendo: «Levántate, padre, y come la caza que tu hijo te ha preparado, de manera que me puedas dar tu bendición.» (Génesis 27, 31)

  • Concibió todavía otra vez y dio a luz un hijo. Y exclamó: «Esta vez alabaré a Yavé.» Por eso le puso por nombre Judá, y ya dejó de tener hijos. (Génesis 29, 35)

  • Viendo Lía que había dejado de tener hijos, tomó a su sierva Zelfa y se la dio por mujer a Jacob. (Génesis 30, 9)

  • Cada vez que entraban en celo las ovejas más robustas, Jacob volvía a poner en las pilas y abrevaderos las varas, a la vista de las ovejas, para que se aparearan ante ellas. (Génesis 30, 41)

  • De esta manera ha ido Dios quitándole el rebaño a su padre para dármelo a mí. (Génesis 31, 9)

  • Labán dijo a Jacob: «¿Qué me has hecho? Me has engañado, y te has llevado a mis hijas como si fueran prisioneras de guerra. (Génesis 31, 26)

  • doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas ovejas y veinte carneros, (Génesis 32, 15)

  • Por esta razón los hijos de Israel no comen, hasta el día de hoy, el nervio del muslo, porque tocó a Jacob en la ingle, sobre el nervio del muslo. (Génesis 32, 33)

  • luego levantaron el campamento. Un miedo sobrenatural se apoderó de los habitantes de las ciudades vecinas, de tal manera que nadie se atrevió a perseguirlos. (Génesis 35, 5)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina