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  • Pongan en práctica todo lo que han aprendido, recibido y oído de mí, todo lo que me han visto hacer, y el Dios de la paz estará con ustedes. (Carta a los Filipenses 4, 9)

  • Pero por supuesto, perseveren en la fe; muéstrense firmes, cimentados en ella; no se desvíen de su esperanza; tengan siempre presente el Evangelio que han oído, que ha sido predicado a toda criatura en este mundo, y del que yo Pablo he llegado a ser encargado. (Carta a los Colosenses 1, 23)

  • Pero ahora hemos oído que hay entre ustedes algunos que viven sin control ni regla y no hacen nada, muy ocupados en meterse en todo. (2º Carta a los Tesalonicenses 3, 11)

  • Recuerdo tu fe sincera. Así eran tu abuela Loide y tu madre, Eunice, y estoy convencido de que la recibiste de ellas. (2º Carta a Timoteo 1, 5)

  • Toma como norma la sana doctrina que has oído de mí sobre la fe y el amor según Cristo Jesús. (2º Carta a Timoteo 1, 13)

  • los hombres serán egoístas, amantes del dinero, farsantes, orgullosos, chismosos, rebeldes con sus padres, ingratos, sin respeto a la religión; (2º Carta a Timoteo 3, 2)

  • Del mismo modo que Janés y Jambrés se opusieron a Moisés, también ellos se oponen a la verdad. Son hombres de mente pervertida, descalificados en cuanto a la fe. (2º Carta a Timoteo 3, 8)

  • cerrarán los oídos a la verdad y se volverán hacia puros cuentos. (2º Carta a Timoteo 4, 4)

  • Pero el Señor estuvo conmigo llenándome de fuerza, para que el mensaje fuera proclamado por medio de mí y llegara a oídos de todas las naciones; y quedé libre de la boca del león. (2º Carta a Timoteo 4, 17)

  • pues oigo alabar el amor y la fe que te animan, tanto hacia el Señor como en beneficio de los santos. (Carta a Filemon 1, 5)

  • él merece la confianza de Dios que le dio este cargo, lo mismo que la mereció Moisés en la casa de Dios. (Carta a los Hebreos 3, 2)

  • En realidad Jesús aventaja en mucho a Moisés, pues no hay comparación entre una casa y el que la construye. (Carta a los Hebreos 3, 3)


“Se você fala das próprias virtudes para se exibir ou para vã ostentação perde todo o mérito.” São Padre Pio de Pietrelcina