pronađen 98 Rezultati za: Reina Ester

  • La reina Vasti también había ofrecido a las mujeres un banquete en el palacio real de Asuero. (Ester 1, 9)

  • El último día de los festejos, el rey, que estaba contento por el vino, ordenó a siete de sus sirvientes, que lo atendían personalmente, que fueran a buscar a la reina Vasti. (Ester 1, 10)

  • Pero la reina se negó a cumplir la orden que el rey le mandaba con sus sirvientes. (Ester 1, 12)

  • Cuando estuvieron reunidos, les preguntó qué había que hacer, según la ley, con la reina Vasti, que había desobedecido sus órdenes. (Ester 1, 15)

  • Uno de los señores, llamado Memukán, pidió la palabra y dijo: «La reina Vasti no sólo ha ofendido al rey, sino también a nosotros, los grandes señores, y a todos tus súbditos en las provincias de tu imperio. (Ester 1, 16)

  • Pronto sabrán todas las mujeres lo que hizo la reina y van a hacer también lo mismo con sus maridos, pues se dirán: «¿Para qué vamos a respetar a nuestros maridos si la reina Vasti no quiso obedecerle al mismo rey Asuero cuando la mandó llamar?» (Ester 1, 17)

  • De ahora en adelante, ante el mal ejemplo de la reina, ¿cómo se irán a comportar con nosotros, tus vasallos, nuestras esposas, las princesas de Persia y de Media? Ciertamente nos van a menospreciar y nosotros nos vamos a enojar con ellas. (Ester 1, 18)

  • Por eso, si le parece bien al rey, ordene que se publique un edicto que no se pueda cambiar, y que entre a formar parte del conjunto de leyes persas y medas, en el que se prohíba a Vasti presentarse ante el rey Asuero. En él también se dirá que el rey va a dar el título de reina a otra que lo merezca más que ella. (Ester 1, 19)

  • y aquella joven que más le guste al rey reemplazará a la reina Vasti.» (Ester 2, 5)

  • Ahora bien, Mardoqueo tenía en su casa a una joven de buena presencia y lindo rostro llamada Hadassá, es decir, Ester. Esta era hija de un tío suyo, y como había quedado huérfana, Mardoqueo la había adoptado como hija. (Ester 2, 7)

  • Conforme al edicto real, numerosas jóvenes fueron llevadas a Susa y encomendadas a los cuidados de Hegué, que era castrado. Entre ellas también iba Ester. (Ester 2, 8)

  • Ester no había dicho nada sobre su raza o su familia, pues Mardoqueo así lo había ordenado. (Ester 2, 10)


“Esforce-se, mesmo se for um pouco, mas sempre…” São Padre Pio de Pietrelcina