pronađen 172 Rezultati za: Treinta

  • y levantó un altar a Yavé; en seguida hizo alrededor del altar una zanja que contenía como treinta litros, (1 Reyes 18, 32)

  • Ben-Hadad, rey de Aram, reunió a sus treinta y dos príncipes con todo su ejército, su caballería y sus carros y subió con ellos para sitiar a Samaria y apoderarse de ella. (1 Reyes 20, 1)

  • Ajab pasó revista a los jóvenes de los jefes de las provincias, que eran doscientos treinta y dos. Luego hizo el censo de todos los hombres de su pueblo, llegando el total a siete mil. (1 Reyes 20, 15)

  • Hicieron una salida a eso del mediodía, mientras Ben-Hadad y sus príncipes estaban bebiendo hasta emborracharse en sus tiendas, pues habían venido con él los treinta y dos príncipes que lo apoyaban. (1 Reyes 20, 16)

  • Tenía treinta y cinco años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén veinticinco años. Su madre Azuba era hija de Silji. (1 Reyes 22, 42)

  • Tenía treinta y dos años cuando empezó a reinar y reinó ocho años en Jerusalén. (2 Reyes 8, 17)

  • En el año treinta y siete de Joás, rey de Judá, Joás, hijo de Joacaz, comenzó a reinar sobre Israel, en su capital Samaria; reinó dieciocho años. (2 Reyes 13, 10)

  • Zacarías, hijo de Jeroboam, comenzó a reinar sobre Israel, en su capital de Samaria, el año treinta y ocho de Azarías, rey de Judá. Durante los seis meses que se mantuvo en el poder, (2 Reyes 15, 8)

  • Selum, hijo de Jabés, comenzó a reinar el año treinta y nueve de Ozías, rey de Judá, y reinó un mes en Samaria. (2 Reyes 15, 13)

  • Menajem, hijo de Gadí, comenzó a reinar en Israel en el año treinta y nueve de Azarías, rey de Judá. Reinó diez años en Samaria (2 Reyes 15, 17)

  • Ezequías, rey de Judá, mandó decir a Senaquerib, que se hallaba en Laquis: «He actuado mal, deja de atacarme y haré lo que tú me digas.» El rey de Asur impuso a Ezequías una contribución de trescientos talentos de plata y treinta de oro. (2 Reyes 18, 14)

  • Josías tenía ocho años cuando comenzó a gobernar, y reinó durante treinta y un años en Jerusalén. Su madre era Jedidá, hija de Asías, de Boscat. (2 Reyes 22, 1)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina