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  • De este modo pasaron a ser un modelo para todos los creyentes de Macedonia y de Acaya. (1º Carta a los Tesalonicenses 1, 7)

  • De hecho, a partir de ustedes la palabra del Señor se difundió en Macedonia y Acaya, y más allá aún. Su fe en Dios se comenta en tantos lugares que no necesitamos decir más al respecto. (1º Carta a los Tesalonicenses 1, 8)

  • Ya lo practican con los hermanos de toda Macedonia, pero los invito a hacer todavía más. (1º Carta a los Tesalonicenses 4, 10)

  • Eviten toda clase de mal, dondequiera lo encuentren. (1º Carta a los Tesalonicenses 5, 22)

  • Que los anime el propio Cristo Jesús, nuestro Señor, y Dios, nuestro Padre, que nos ha amado dándonos en su misericordia un consuelo eterno y una esperanza feliz. (2º Carta a los Tesalonicenses 2, 16)

  • Al partir para Macedonia te rogué que te quedaras en Efeso; debías advertir a algunos que no cambiaran la doctrina (1º Carta a Timoteo 1, 3)

  • Porque yo fui en un comienzo un opositor, un perseguidor y un violento. Pero él me perdonó porque obraba de buena fe cuando me negaba a creer, (1º Carta a Timoteo 1, 13)

  • Por esa razón fui perdonado, para que en mí se manifestara en primer lugar toda la generosidad de Cristo Jesús, y fuera así un ejemplo para todos los que han de creer en él y llegar a la vida eterna. (1º Carta a Timoteo 1, 16)

  • Quiero, pues, que en todo lugar donde los hombres estén orando levanten al cielo manos limpias de todo enojo y discusión. (1º Carta a Timoteo 2, 8)

  • No descuides el don espiritual que recibiste de manos de profetas cuando el grupo de los presbíteros te impuso las manos. (1º Carta a Timoteo 4, 14)

  • es un ciego que no entiende nada. Ese padece la enfermedad de las discusiones y cuestiones inútiles, de donde proceden envidias, discordias, insultos, desconfianzas (1º Carta a Timoteo 6, 4)

  • Por eso te invito a que reavives el don de Dios que recibiste por la imposición de mis manos. (2º Carta a Timoteo 1, 6)


“O passado não conta mais para o Senhor. O que conta é o presente e estar atento e pronto para reparar o que foi feito.” São Padre Pio de Pietrelcina