pronađen 776 Rezultati za: historia de Judá

  • También los hijos del Quenita, suegro de Moisés, subieron con la gente de Judá desde la ciudad de las Palmeras a esa parte del desierto de Judá que limita con el Negueb de Arad, y se quedaron entre ellos. (Jueces 1, 16)

  • Los de Judá y sus hermanos de la tribu de Simeón atacaron a los cananeos que habitaban en Sefat y sacrificaron la ciudad en honor de Yavé. Por esto, la ciudad se llamó «Anatema». (Jueces 1, 17)

  • Judá se apoderó de Gaza, de Ascalón y de Acarón con sus territorios respectivos. (Jueces 1, 18)

  • Incluso los amonitas pasaron el Jordán para atacar también a Judá, a Benjamín y a la gente de Efraím. Israel pasó por un grave aprieto. (Jueces 10, 9)

  • Los filisteos subieron a los cerros de Judá e hicieron una incursión por Lejí. (Jueces 15, 9)

  • Los hombres de Judá les preguntaron: «¿Por qué han venido a atacarnos?» Respondieron: «Venimos a echar mano a Sansón, y lo trataremos como nos trató a nosotros.» (Jueces 15, 10)

  • Tres mil hombres de Judá bajaron a la cueva de la roca de Etam para decir a Sansón: «¿No sabes que los filisteos nos están dominando? ¿Qué les has hecho?» El les respondió: «Como me trataron a mí, los he tratado a ellos.» (Jueces 15, 11)

  • Había en Belén de Judá un joven levita, descendiente de Moisés, que vivía allí como forastero. (Jueces 17, 7)

  • Subieron y acamparon en Cariatiarim, en Judá. Por eso todavía hoy se llama aquel lugar el campamento de Dan. Está detrás de Cariatiarim. (Jueces 18, 12)

  • En aquel tiempo aún no había rey en Israel. Un levita que residía como forastero en los confines de los cerros de Efraím tomó por concubina a una mujer de Belén de Judá. (Jueces 19, 1)

  • Esta mujer lo engañó y luego volvió a la casa de su padre, en Belén de Judá, donde permaneció unos cuatro meses. (Jueces 19, 2)

  • Y él respondió: «Estamos de paso, venimos de Belén de Judá y vamos hasta los confines de los cerros de Efraím, de donde soy. Fui a Belén de Judá y ahora vuelvo a mi casa, pero aquí nadie me ha ofrecido la suya. (Jueces 19, 18)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina