pronađen 387 Rezultati za: vino

  • Después se acostó y se quedó dormido debajo del árbol. Un ángel vino a tocar a Elías y lo despertó diciendo: «Levántate y come.» (1 Reyes 19, 5)

  • Entonces se le dijo: «Sal fuera y permanece en el monte esperando a Yavé, pues Yavé va a pasar.» Vino primero un huracán tan violento que hendía los cerros y quebraba las rocas delante de Yavé. Pero Yavé no estaba en el huracán. (1 Reyes 19, 11)

  • Jezabel, su esposa, vino a verlo y le preguntó: «¿Por qué estás triste y no comes?» (1 Reyes 21, 5)

  • Por la mañana, a la hora en que se ofrece el sacrificio, el agua vino del camino de Edom y todo el campo se empapó de agua. (2 Reyes 3, 20)

  • Luego dijo a Guejazí, su muchacho: «Llama a la dueña de la casa.» Vino ella a la llamada y se detuvo ante Eliseo, (2 Reyes 4, 12)

  • Benadad, rey de Aram, reunió todas sus tropas y vino a sitiar Samaria. (2 Reyes 6, 24)

  • y regresó de Ramot a Jezrael para mejorar de sus heridas; poco tiempo después, Ocozías, rey de Judá, vino a visitar a Jezrael mientras se recuperaba. (2 Reyes 8, 29)

  • Jehú salió para reunirse con los oficiales del rey. Ellos le dijeron: «¿Qué pasa? ¿Para qué te ha llamado ese loco?» Respondió Jehú: «Ustedes conocen a ese hombre y saben por qué vino.» (2 Reyes 9, 11)

  • En aquel entonces, Jazael, rey de Aram, vino para combatir contra Gat, la tomó y se dirigió contra Jerusalén. (2 Reyes 12, 18)

  • Pero Amasías no lo escuchó; vino Joás, rey de Israel, y se enfrentó con Amasías, en Betsames de Judá. (2 Reyes 14, 11)

  • Su general ayudante Pecaj, hijo de Romelías, se rebeló contra él y, encabezando unos cincuenta hombres de la provincia de Galaad, vino a darle muerte en Samaria, en la torre del palacio. Muerto el rey, Pecaj le sucedió. (2 Reyes 15, 25)

  • En tiempo de Pecaj, vino Teglatfalasar, rey de Asur, y se apoderó de Ayón, Abel-Bet-Maca, Janoaj, Quedes, Jasor, el territorio de Galaad y Galilea y todo el país de Neftalí, y deportó a sus habitantes a Asur. (2 Reyes 15, 29)


“Recorramos a Jesus e não às pessoas, pois só ele nunca nos faltará.” São Padre Pio de Pietrelcina