pronađen 305 Rezultati za: -dice
y te dice: "Vamos detrás de otros dioses -que tú no conoces- para rendirles culto", aunque se cumplan el signo o el prodigio, (Deuteronomio 13, 3)
Pero si él te dice. "No quiero alejarme de ti" -porque te ama, y ama también a tu familia y se siente feliz a tu lado- (Deuteronomio 15, 16)
Si lo que el profeta dice en nombre del Señor no se cumple y queda sin efecto, quiere decir que el Señor no ha dicho esa palabra. El profeta ha hablado temerariamente: no le temas. (Deuteronomio 18, 22)
"Toda la comunidad del Señor dice lo siguiente: ¿Cómo se explica esta infidelidad que ustedes han cometido contra el Dios de Israel, al erigir un altar? Así ustedes hoy se han apartado del Señor y se han rebelado contra él. (Josué 22, 16)
¡Maldigan a Meroz, dice el Ángel del Señor, sí, maldigan a sus habitantes! Porque no acudieron en auxilio del Señor, en auxilio del Señor, junto a los héroes. (Jueces 5, 23)
Pero el servidor le respondió: "En esta ciudad hay un hombre de Dios. Es un hombre muy respetado: todo lo que él dice sucede infaliblemente. Vamos allá; a lo mejor él nos indica el camino que debemos tomar". (I Samuel 9, 6)
Si él dice: ‘Está bien’, tu servidor podrá sentirse tranquilo. Pero si se pone furioso, sabrás que él ha decidido mi ruina. (I Samuel 20, 7)
Ellos le dijeron: "Este es el día en que el Señor te dice: ‘Yo pongo a tu enemigo en tus manos; tú lo tratarás como mejor te parezca’". Entonces David se levantó y cortó sigilosamente el borde del manto de Saúl. (I Samuel 24, 5)
‘La maldad engendra maldad’, dice el viejo refrán. Pero yo no alzaré mi mano contra ti. (I Samuel 24, 14)
Que mi señor no le haga caso a ese miserable de Nabal, porque su nombre dice lo que él es: él se llama Nabal, que significa "insensato", y la insensatez lo acompaña. Pero yo, tu servidora, no había visto a los jóvenes que había enviado mi señor. (I Samuel 25, 25)
Aquel día, él había dicho: "El que quiera derrotar a los jebuseos, que se meta por el canal. En cuanto a los ciegos y a los inválidos, David siente aversión por ellos". Por eso se dice: "El ciego y el lisiado no entrarán en la Casa". (II Samuel 5, 8)
si él se enfurece y te dice: ‘¿Por qué se acercaron tanto a la ciudad para librar combate? ¿No sabían que arrojan proyectiles desde lo alto de la muralla? (II Samuel 11, 20)