pronađen 1171 Rezultati za: Hor

  • Esaú dijo entonces: "Sí, con razón se llama Jacob. Ya van dos veces que me desplaza: primero arrebató mi condición de hijo primogénito, y ahora se ha llevado mi bendición". Y agregó: "¿No has reservado una bendición para mí?". (Génesis 27, 36)

  • Ahora, hijo mío, obedéceme. Huye inmediatamente a Jarán, a casa de mi hermano Labán, (Génesis 27, 43)

  • Ve ahora mismo a Padán Arám, a la casa de Betuel, tu abuelo materno, y elige para ti una mujer entre las hijas de Labán, el hermano de tu madre. (Génesis 28, 2)

  • Que él te dé, a ti y a tu descendencia, la bendición de Abraham, para que puedas tomar posesión de la tierra donde ahora vives como extranjero, esa tierra que Dios concedió a Abraham". (Génesis 28, 4)

  • Entonces él les dijo: "Aún es pleno día; todavía no es hora de entrar los animales. ¿Por qué no les dan de beber y los llevan a pastar?". (Génesis 29, 7)

  • Ahora bien, Labán tenía dos hijas: la mayor se llamaba Lía, y la menor, Raquel. (Génesis 29, 16)

  • Lía concibió y dio a luz un hijo, al que llamó Rubén, porque dijo: "El Señor ha visto mi aflicción; ahora sí que mi esposo me amará". (Génesis 29, 32)

  • Después concibió una vez más, y cuando dio a luz, dijo: "Ahora mi marido sentirá afecto por mí, porque le he dado tres hijos". Por eso lo llamó Leví. (Génesis 29, 34)

  • Pero Lía respondió: "¿No te basta con haberme quitado a mi marido, que ahora quieres arrebatarme también las mandrágoras de mi hijo?". "Está bien, respondió Raquel, que esta noche duerma contigo, a cambio de las mandrágoras de tu hijo". (Génesis 30, 15)

  • Lo poco que tenías antes que yo llegara se ha acrecentado enormemente, ya que el Señor te bendijo gracias a mí. Pero ya es hora de que también haga algo por mi propia casa". (Génesis 30, 30)

  • Yo soy el Dios que se te apareció en Betel, allí donde tú ungiste una piedra conmemorativa y me hiciste un voto. Ahora levántate, sal de este país, y regresa a tu tierra natal’". (Génesis 31, 13)

  • Labán replicó a Jacob: "Estas mujeres son mis hijas, y estos muchachos, mis nietos; y también es mío el rebaño. Todo lo que ves me pertenece. Pero ¿qué puedo hacer ahora contra mis hijas y mis nietos? (Génesis 31, 43)


“Reze, reze! Quem muito reza se salva e salva os outros. E qual oração pode ser mais bela e mais aceita a Nossa Senhora do que o Rosario?” São Padre Pio de Pietrelcina