pronađen 341 Rezultati za: Libro de 2 Samuel

  • El Señor me dijo: Aunque Moisés y Samuel se presentaran delante de mí, yo no me conmovería de este pueblo. ¡Échalos fuera de mi presencia y que se vayan! (Jeremías 15, 1)

  • ¡Canten al Señor, alaben al Señor, porque él libró la vida del indigente del poder de los malhechores! (Jeremías 20, 13)

  • Yo haré venir sobre ese país todas las palabras que pronuncié contra él, todo lo que está escrito en este libro. Esto es lo que profetizó Jeremías contra todas las naciones. (Jeremías 25, 13)

  • Así habla el Señor, el Dios de Israel: Escribe en un libro todas las palabras que yo te he dirigido, (Jeremías 30, 2)

  • Entonces todos los jefes enviaron a Iehudí, hijo de Natanías, hijo de Selemías, hijo de Cusí, para que dijera a Baruc: "Toma el libro que has leído en presencia del pueblo y ven". Baruc, hijo de Nerías, tomo consigo el rollo y se presentó ante ellos. (Jeremías 36, 14)

  • Y ahora, yo te libro hoy de las cadenas que tienes en tus manos. Si quieres venir conmigo a Babilonia, ven y yo velaré por ti; pero si prefieres no venir conmigo a Babilonia, no lo hagas. Tienes todo el país delante de ti: ve adonde te guste o te convenga ir". (Jeremías 40, 4)

  • Jeremías había escrito en un libro toda la desgracia que debía sobrevenir a Babilonia, todas estas palabras escritas contra Babilonia. (Jeremías 51, 60)

  • Y cuando hayas acabado de leer este libro, lo atarás a una piedra y lo arrojarás en medio del Éufrates. (Jeremías 51, 63)

  • Lean este libro, que nosotros les enviamos para que se haga confesión de los pecados en la Casa del Señor, en el día de la Fiesta y en los días de la Asamblea. (Baruc 1, 14)

  • La Sabiduría es el libro de los preceptos de Dios, y la Ley que subsiste eternamente: los que la retienen, alcanzarán la vida, pero los que la abandonan, morirán. (Baruc 4, 1)

  • Yo miré y vi una mano extendida hacia mí, y en ella había un libro enrollado. (Ezequiel 2, 9)

  • Después me dijo: Hijo de hombre, alimenta tu vientre y llena tus entrañas con este libro que yo te doy. Yo lo comí y era en mi boca dulce como la miel. (Ezequiel 3, 3)


“Não há nada mais inaceitável do que uma mulher caprichosa, frívola e arrogante, especialmente se é casada. Uma esposa cristã deve ser uma mulher de profunda piedade em relação a Deus, um anjo de paz na família, digna e agradável em relação ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina