pronađen 175 Rezultati za: Murió
Después de lo cual la tierra abrió sus fauces y los devoró junto con Coré, cuando murió aquel grupo y el fuego devoró a los doscientos cincuenta hombres, para que sirvieran de escarmiento. (Números 26, 10)
"Nuestro padre murió en el desierto. Él no formó parte del grupo que se amotinó contra el Señor -el grupo de Coré- sino que murió por su propio pecado y no tuvo ningún hijo varón. (Números 27, 3)
El sacerdote Aarón, por orden del Señor, subió al monte Hor y allí murió, el primer día del quinto mes, cuarenta años después que los israelitas salieron de Egipto. (Números 33, 38)
Cuando murió en el monte Hor, Aarón tenía ciento veintitrés años. (Números 33, 39)
Los israelitas partieron de los pozos de Bené Iaacán y se dirigieron hacia Moserá. Allí murió y fue enterrado Aarón, y su hijo Eleazar lo sucedió en el ejercicio del sacerdocio. (Deuteronomio 10, 6)
Tú morirás en la montaña a la que vas a subir e irás a reunirte con los tuyos, como tu hermano Aarón murió en el monte Hor y fue a reunirse con los suyos. (Deuteronomio 32, 50)
Allí murió Moisés, el servidor del Señor, en territorio de Moab, como el Señor lo había dispuesto. (Deuteronomio 34, 5)
Cuando murió, Moisés tenía ciento veinte años, pero sus ojos no se habían debilitado, ni había disminuido su vigor. (Deuteronomio 34, 7)
Cuando Acán, hijo de Zéraj, cometió una infidelidad respecto del anatema, ¿Acaso la ira del Señor no alcanzó a toda la comunidad de Israel? No fue él solo el que murió por su delito". (Josué 22, 20)
Después de un tiempo, Josué, hijo de Nun, el servidor del Señor, murió a la edad de ciento diez años. (Josué 24, 29)
También murió Eleazar, hijo de Aarón, y lo enterraron en Guibeá, ciudad situada en la montaña de Efraím, que había sido entregada a su hijo Pinjás. (Josué 24, 33)
Entonces Adoní Bézec exclamó: "Setenta reyes, con los pulgares de sus manos y de sus pies cortados, recogían migajas debajo de mi mesa. Y ahora Dios me retribuye de acuerdo con lo que hice". Luego lo llevaron a Jerusalén, y allí murió. (Jueces 1, 7)