pronađen 36 Rezultati za: Sabiendo

  • Por eso, tenemos una esperanza bien fundada con respecto a ustedes, sabiendo que si comparten nuestras tribulaciones, también compartirán nuestro consuelo. (II Corintios 1, 7)

  • Por eso, nos sentimos plenamente seguros, sabiendo que habitar en este cuerpo es vivir en el exilio, lejos del Señor; (II Corintios 5, 6)

  • Y ustedes, patrones, compórtense de la misma manera con sus servidores y dejen a un lado las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos, que lo es también de ustedes, está en el cielo, y no hace acepción de personas. (Efesios 6, 9)

  • Estos obran por amor, sabiendo que yo tengo la misión de defender el Evangelio. (Filipenses 1, 16)

  • Sí, ahora volvemos a vivir, sabiendo que ustedes permanecen firmes en el Señor. (I Tesalonicenses 3, 8)

  • Te escribo confiando plenamente en tu docilidad y sabiendo que tú harás más todavía de lo que yo te pido. (Filemon 1, 21)

  • Ustedes compartieron entonces los sufrimientos de los que estaban en la cárcel y aceptaron con alegría que los despojaran de sus bienes, sabiendo que tenían una riqueza mejor y permanente. (Hebreos 10, 34)

  • sabiendo que la fe, al ser probada, produce la paciencia. (Santiago 1, 3)

  • Hermanos, que no haya muchos entre ustedes que pretendan ser maestros, sabiendo que los que enseñamos seremos juzgados más severamente, (Santiago 3, 1)

  • Resístanlo firmes en la fe, sabiendo que sus hermanos dispersos por el mundo padecen los mismos sufrimientos que ustedes. (I Pedro 5, 9)

  • Y sabiendo que él nos escucha en todo lo que le pedimos, sabemos que ya poseemos lo que le hemos pedido. (I Juan 5, 15)

  • ¡Que se alegren entonces el cielo y sus habitantes, pero ay de ustedes, tierra y mar, porque el Diablo ha descendido hasta ustedes con todo su furor, sabiendo que le queda poco tiempo!». (Apocalipsis 12, 12)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina